¿Estás pensando en darle una vuelta a tu jardín y poner césped artificial?
El césped artificial es una de las mejores alternativas al césped natural para cualquier jardín: más económico, menos laborioso y además ahorra agua. También suma que está hecho a base de materiales sintéticos fabricados con plástico y es de fácil instalación. Pero como siempre ocurre en la vida, no es oro todo lo que reluce, y también puede tener una serie de inconvenientes que te echen para atrás a la hora de elegir este producto. Presta atención a todos los consejos.
Ventajas del césped artificial
Estético y agradable al tacto
Siempre estará bien cuidado y con un verde exuberante, sin importar la estación del año en la que estemos. A diferencia del césped real, no se daña por las condiciones climáticas externas como la lluvia o la luz solar intensa, debido a que está hecho con materiales resistentes. Y, por supuesto, cuanta más calidad, mejor.
Poco mantenimiento
El césped artificial es resistente a las manchas, no deja huellas de barro, requiere poco mantenimiento y nada de pesticidas o fertilizantes para crecer. Obviamente, tampoco necesita riego, y eso ayuda a ahorrar agua en estas épocas de sequía. Sin embargo, sí debe limpiarse y desinfectarse periódicamente para evitar el crecimiento indeseado de bacterias.
De buena calidad
Cuanto más realismo, mejor. En el mercado hay miles de opciones de muy buena calidad que imitan a la perfección el césped real con diferentes longitudes de hojas, texturas, densidades y tonos de verde. La clave es invertir en uno que ofrezca las mejores condiciones para que no nos arrepintamos al poco tiempo de instalarlo.
Apto para mascotas
A nuestros queridos amigos de cuatro patas les resultará muy complicado excavar y estropearlo. Igualmente, los materiales no son para nada tóxicos, por lo que podrán correr libremente por el césped artificial. Eso sí, nuestra mascota soltará pelos, babas e incluso caerá algún pis que otro, por lo que la higiene debe ser máxima.
Resiste la decoloración
Es resistente a los rayos UV, lo que evita que la hierba se decolore con la luz del sol. Como resultado, el césped artificial mantiene su color verde todo el año, mientras que el césped natural puede volverse marrón en presencia una luz solar excesiva.
Muy duradero
Depende de su calidad y del trato que se le haya dado, el césped artificial puede durar intacto de 10 a 15 años. Si lo instalas en una zona con sombra, durará mucho más (y mejor) que el césped real que está expuesto a luz solar directa.
Desventajas del césped artificial
Un precio elevado
El césped artificial es muy caro dado el costo inicial de su instalación, y también según el tipo que quieras en concreto (cuanto más realista, menos económico). Sin embargo, este contra tiene su parte positiva: se trata de una inversión a largo plazo debido a sus bajos costes en cuanto a mantenimiento.
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La sensación del plástico
Una de las cosas más agradables del césped natural es poder andar sobre él. Con el artificial puede pasar que esa sensación no exista y, por el contrario, sientas que estás caminando sobre un campo de plástico. Además, absorbe más calor que el césped real y resulta incómodo caminar bajo la intensa luz del sol. Hay opciones en el mercado que ayudan a que estos inconvenientes disminuyan, pero en eso también entra el dinero.
No es eco-friendly
El césped artificial no puede reemplazar las cualidades del césped natural porque este está vivo y libera oxígeno mientras crece. Dado que el césped artificial es plástico, no es biodegradable y terminará en un vertedero. Además, el césped artificial simplemente funciona como una alfombra al aire libre que evita que el agua de lluvia se filtre en el suelo, y esto afecta a su ecosistema y la biodiversidad del jardín.
Artículo original de AD India.
